DULCE

Endulzaré mis palabras
con toques de azúcar moreno.

Endulzaré mi corazón
con almíbar de caramelo.

Endulzaré mi alma
con la miel de tus besos.

No creas que por ser dulce,
voy a ser cobarde o débil,
llevo en mi interior
la sangre del guerrero,
brota en mí a cada paso,
el coraje y la pasión
de luchar por lo que creo.

Pero no temas…mi amor…
contigo seré ternura,
dulzor en pleno,
y mi voz...al caer la noche,
te mecerá con la luna
en ondas de terciopelo.

Myriam Cobos

LUZ REFLEJADA

El embrujo de la luna me posee,
ritual nocturno de pasiones,
sinfonía eterna de lujuria,
caricias y besos.

Donde se pierde el horizonte,
tan cerca y a la vez tan lejos.
Prolífica creadora,
de los más dulces versos.

Allá...
en el lugar donde nacen los sueños,
envuelta en su luz reflejada,
eternamente…te espero.

Myriam Cobos 

 

UN LIBRO

Un libro entre tus manos,
es un palpitar de la curiosidad,
una caricia para el tacto,
la emoción de un sueño anhelado.

Abrirlo es cegarte con un rayo de esperanza,
ver y sentir en soledad...contigo mismo.

Comenzar a leerlo
es iniciar un camino,
cuyo único destino…
será siempre el infinito.

Myriam Cobos

ESCLAVITUD DEL ALMA

Si no puedo decir lo que pienso,
no puedo hacer lo que quiero,
ni puedo sentir lo que siento…

¿Qué mano invisible me tiene presa,
de esta esclavitud serena,
que me ahoga y aprieta?.

¡Dónde está la libertad!
Si estamos llenos de cadenas.

¿Se quedó en un sueño?
¿En la mar etérea?
O perdida...quizás…
entre los versos
de algún poema.


Myriam Cobos

TE SEGUIRÉ HABLANDO

Cuando no pueda comunicarme con palabras,
ni con gestos, ni miradas...
Cuando el final ciegue mis ojos
y llegue a la  vida Eterna...
Mi corazón te seguirá cuidando.

Y gritaré tu nombre desde lo alto,
para que no me olvides,
para que me sigas recordando.

Porque el alma nunca muere,
y desde cualquier lugar que me halle,
aunque creas que me has perdido,
mi alma te seguirá amando
como ahora lo hace.

Y mi espíritu en susurros,
como un viento callado,
en las noches de luna llena,
dulcemente...
te seguirá hablando.

Myriam Cobos