viernes, 31 de mayo de 2013

CALOR DE PRIMAVERA



Llegó, al fin, la primavera,
poderosa de sensaciones
y de oportunidades nuevas.

Los olores desprendidos,
son mágicos perfumes
que alborotan los sentidos.

La vida brota exultante,
rompiendo el invernal silencio
con sus trinos deleitantes.

Alterada en las venas 
la sangre pide a gritos,
saciar la sed del cuerpo
que se enciende a cada suspiro.

Cálidas pasiones sembradas,
por los rayos del sol ardiente
ahora germinadas,
segregan y rebosan de dulzura
el cáliz de los amantes,
llevándoles hasta la locura...


Myriam Cobos

miércoles, 29 de mayo de 2013

Y ESTA NOCHE...

Y esta noche… 
alcanzaré la luna,
jugaré con ella en el laberinto,
donde se enredan los sueños.

Entre nubes que espesan

la negrura del cielo,
girando en radiantes chispas,
encontraré mi destino.

Reflejos de desilusión

en lo más profundo del pozo,
tal vez sanarán
cuando llegue la madrugada,
y el sol aparezca,

rasgando las sombras,
insolente por mi ventana.

Myriam Cobos

sábado, 25 de mayo de 2013

LITERATURA

La LITERATURA es la pasión
de quienes quieren cambiar el mundo.
De l@s que quieren una vida mejor y más justa...
De l@s que luchan y no se rinden, pues imaginan, sienten, se ilusionan, apasionan, viven, aman…
y se sumergen en historias que emocionan,
que llegan hasta el fondo del alma y la exaltan,
hasta un mágico lugar, al borde casi de lo divino,
que es...la imaginación.
Myriam Cobos

viernes, 24 de mayo de 2013

RELATO BREVE: BENDITA NOSTALGIA


Volvía a caminar por aquella calle, vacía, desierta... Illescas, creo que se llamaba, era una agradable y fresca mañana del mes de abril. Aún era temprano, solo se escuchaba el golpear de mis pasos en la acera...
la calle seguía teniendo el mismo encanto, que yo aún recordaba.

En mi cabeza, aún resonaba el griterío de los juegos infantiles: La rayuela, las chapas, la comba, tulipán; ¿Churro, media manga, manga entera?… ¡Cuántos recuerdos!...Añoranzas del ayer, que me visitaban a cada paso.
Podía escuchar, aún fresca en mis oídos, la letanía de nombres, que salían de las diversas ventanas y terrazas, aquellas tardes de verano, justo cuando comenzaba a oscurecer: -¡Felipeeeeee! ¡Antonioooooo! ¡Mariaaaaaaaa! ¡Carlitoooooooos!...

Cada madre parecía competir en gritos y volumen, como si de una gran ópera se tratase. Voces graves, agudas, roncas...batiéndose en encarnizado duelo de frecuencias, que a mí, me molestaba en exceso, pues cuando comenzaba a oírlas, sabía que pronto me tocaría a mí: -¡Jositooooo! (que así me llamaban en casa), se me clavaba en los oídos y hasta en el alma, me avergonzaba tanto que salía corriendo para llegar a casa lo antes posible, y que mi nombre, no se tuviera que repetir, más de una vez.

Mi madre…¡Qué mujer!…cuánto daría ahora por verla salir de nuevo por esa ventana y oírla vocear mi nombre… que me llamara otra vez, con esa voz que solo tienen las madres, y que siempre se llevan en el corazón, y me llevase otra vez de la mano, recorriendo el barrio, saludando a cada vecino, comprando en el mercado y encaminádome a la Iglesia los domingos, casi a rastras...

Ahora lo recuerdo con tanto cariño...no he vuelto a pisar la Iglesia desde entonces, ni ésta, ni ninguna otra…Cuando termine las gestiones en la oficina, iré a la calle Camarena, creo que así se llamaba, y entraré en la Iglesia de nuevo, rezaré alguna oración, de las que no recuerdo,  ya olvidadas, de las que ella con tanta paciencia, me enseñó, y que nunca debiera haber olvidado, para que mi madre, dónde quiera que esté, se sienta orgullosa y pueda verme aquí, de nuevo...

De pronto, unas voces, me hacen volver de mis ensimismados pensamientos, a la realidad: -¡El tapiceroooooo! ¡El tapiceroooooo! -Vocea sin parar.
Su furgoneta se pasea lentamente por la calle, anunciando con su estruendoso megáfono todos sus servicios:- ¡Tapizamos sillas, sillones, mecedoras, descalzadoras…! ¡El tapiceroooooo!

Lo que antaño me resultaba tan molesto, ahora me agradaba, era algo que recordaba y que no había cambiado en mi barrio, efectivamente, mi barrio, me había salido instintivo, desde el fondo del corazón, porque aunque yo, ya no vivía allí, seguía y seguiría siendo siempre, mi barrio.

Éste no había cambiado tanto, mantenía su esencia y su peculiar carisma, seguía allí, esperándome, para hacerme revivir todos aquellos momentos. 
Mi barrio, ese al que habían acudido gentes de todas partes: obreros, honrados trabajadores, que se dejaban la piel cada día para sacar a sus hijos adelante, y gentes sencillas, que sabían compartir, en el que todos éramos un poco familia, en lo bueno, y en lo malo, donde se agolpan los recuerdos, barrio de ropas tendidas al sol y noches de verano al fresco… ¡Este...éste era mi barrio!.

Myriam Cobos

miércoles, 22 de mayo de 2013

AMOR EN LOS OJOS




Amar con los ojos es besar 
con la profundidad del mar.
Comprender lo más profundo

que esconde el alma.

Es abrir el corazón

a otros ojos que nos miran.
Es juntar tiempo y el espacio
en un  instante.

Es sentir la magia del reencuentro,
vibrar de dicha en su reflejo…
Sacar del baúl dormido del alma,
la chispa de algún recuerdo.


No son los ojos los que enamoran...

es su mirada.

Myriam Cobos



martes, 21 de mayo de 2013

JARDÍN DE LA SOLEDAD

En el jardín de la soledad,
habita un silencio frío,

el árbol casi desnudo,
tirita en cruel martirio.


La piedra distante de tus emociones,
estática observa bajo el olvido.
La tierra yerma, vacía...
helada de sentimientos.


El grito...ahogado por lágrimas,
pequeños sorbos de esperanza,
rendijas de tenue luz,
bañan tristezas del alma.


Myriam Cobos


viernes, 17 de mayo de 2013

SOMOS

En la playa eterna,
allá en la lejanía...
sobre la arena sentada,
siento el vaivén de las olas
del mar en calma que arrulla,
embelesa y adormece...

El grito del águila me despierta,
su vuelo pausado, sereno...
me envuelve.
Somos uno...somos todo...
somos nada...

                            Myriam Cobos

sábado, 11 de mayo de 2013

AMOR DE OCASO


Brotó de nuevo la ilusión,
zapatitos de tacón, pendientes y carmín,
muñecos ambos, desgastados,
chulapos castizos de Madrid,
que pasean por la pista su amor
en un tango desgarrado.

Piruetas de la vida les hizo amanecer
cuando presentían el ocaso,
y sus cuerpos, ya gastados
renacían con el roce de su piel.

Acabó el baile…

¿Qué le dijo ella, qué le hizo él?
Viaje silencioso en metro, sin cruzar sus ojos,
mirada al frente viendo su reflejo en el cristal,
nunca lo sabré…

Dos sonoros besos, un gesto…
desesperado intento de poder volver atrás.
Él se baja en su estación,
una y otra vez desde el andén,
despide con su mano y su corazón.

Ella queda a solas con su dolor,
intentando ocultar la lluvia de otoño,
para que nadie la pueda ver.
¡Adiós amor!…adiós…adiós… adiós…


Myriam Cobos

lunes, 6 de mayo de 2013

ME ARREPIENTO...



De las cosas que no dije en su momento
y surgieron en mi mente… y ya era tarde.

De  las cosas que no hice cuando debía,
porque me paralizó el miedo,
y creí que pasarían.

Por querer volar y llegar al cielo,
y no extender las alas,
mantenerlas firmes al costado,
pegadas a la seguridad de mi cuerpo.

Por las veces que callé cuando sentía,
y el corazón me gritaba, y daba saltos…
por pensar que no debía.

Por creer que tengo tiempo
cuando el aire de la vida
se me escapa entre los dedos,
y me aleja de ti…cada día.

Cuando busco  en el silencio
y me aparto para ahogar  lo que siento.
De llorar tantas y tantas lágrimas…
Me arrepiento. 

Myriam Cobos