viernes, 25 de octubre de 2013

NO QUIERO SER


 "Vivencia" publicada en el libro "Antología: 150 autores y 150 vivencias".
Elegida en los premios OROLA como una de las 150 mejores de habla hispana presentadas. 
Cuya recaudación benéfica irá destinada a la Asociación de la Esclerosis múltiple.


NO QUIERO SER

No quiero ser el rompeolas que calme la tempestad,
ni el acantilado que frene las olas que chocan con violencia.

No quiero ser el muro que contenga la crecida del agua,
ni el escudo que pare los golpes de todos lados.

No quiero ser la protección que todos anhelan en los días de furia,
y que impunemente olvidan en los momentos calmados.

No quiero ser el parapeto detrás del cual se ocultan los infames,
cobardes, mentirosos…que no afrontan sus maldades.

No quiero ser el paño de lágrimas que usan sin pudor para después
dejarlo tirado, sucio, abandonado…

No quiero ser barrera que frene las desgracias, ni que separe vientos
de opiniones enfrentadas.

Y a pesar...de no querer ser todo esto..y sin yo quererlo…¡LO SOY!

Myriam Cobos

jueves, 24 de octubre de 2013

A CONTRATIEMPO...

Creo que vamos a contratiempo,
que el destino que nos guía
es travieso.
Cuando tu vienes yo voy,
cuando yo voy
tu ya has vuelto.
En las líneas paralelas
que dibujan nuestras vidas,
cabe todo un universo.
Caminando, caminando,
algún día nos encontraremos,
porque como dice el dicho:
yo no te necesito…
solo te quiero.

Myriam Cobos
 

sábado, 12 de octubre de 2013

AMIG@S DE LA INFANCIA

Amig@s de la infancia, que quedaron atrás,
cuando subíamos a barcos piratas imaginarios,
luchábamos con espadas de palo de fregona,
viajábamos a mil países de idiomas extraños,

y vestíamos ropas como salidas de un cuento.

Nos atábamos cintas con plumas en el pelo,
aullándole a la luna en las noches de verano,
creyendo que éramos apaches, cherokees

navajos o pies negros…

Corríamos, saltábamos, soñábamos…

cantábamos villancicos pidiendo el aguinaldo.
Hacíamos travesuras, pillerías...por las que 
recibíamos de las abuelas algún regaño.

Dónde estarán esos amigos
de tantas tardes de domingo 

y noches interminables de verano,
cuando los mayores tomaban el fresco,
y nos escondíamos entre los coches,
jugando a un escondite mágico,
creyendo que la luna nos encontraría primero
y nos llevaría con ella si la mirábamos.

Infancia de fantasías y canciones pegadizas,
álbumes de cromos y juegos de manos,

la peonza, el aro, patines y dibujos animados,
de  grandes ilusiones  y gatitos abandonados.

Dónde estarán esos sueños

que tanto soñábamos…

Nostalgia de esos juegos,

de películas de indios y vaqueros,
de tardes merendando bocadillos

de jamón, de mortadela o de chorizo...
y de nuestras madres...

gritando al anochecer desde la ventana:
¡Niña, que ya es muy tarde, para dentro!

Myriam Cobos

PANTALONES BLANCOS




Soñé que te besaba en los labios,
mientras una mecedora,
mecía nuestros sueños,
elevados hacia un mundo
donde solo hay sentimientos.

Bailábamos acordes
de fantasía enredada,
y unos pantalones blancos
¿Son los tuyos, son los míos?
Eran mudos testigos
de una pasión desenfrenada.

Myriam Cobos

viernes, 11 de octubre de 2013

LA CONFIANZA

"La confianza es esa dulce palabra que lleva implícita la amistad más profunda, quien confia en el otro
hace un acto de fe decisivo".

Deposité mi alma en tus manos,
creyendo que la cuidarías
y acariciarías cada noche,
con versos de terciopelo.

Confié mi vida a tu destino,
exponiendome a tu caprichoso antojo,
como hoja caida
a merced del viento.


No me decepciones compañero,
y vuelve a mi,
que yo te espero.

Soy como el algodón suave,
cálido y sincero,
anhelando abrazar tu corazón
y fundirlo con el mío,
pues en ti...a pesar de todo...
aún confío.

Myriam Cobos


sábado, 5 de octubre de 2013

VIOLÍN

Violín, son tus notas un mágico sentimiento que me recorre el alma,
hace vibrar en mí la nostalgia, me invade la melancolía
y me transporta en un instante hacia mundos lejanos,
cargados de sensaciones y sentidos desbordados, que en sensual movimiento se transcriben sobre mi cuerpo, y se clavan,

en lo más profundo de mi corazón.

Myriam Cobos

viernes, 4 de octubre de 2013

NUNCA PEDÍ



Nunca pido nada de nadie,
porque lo que pedí
siempre se me negó
y de ello aprendí.

Aprendí a vivir sin nada,
sin nada que se pueda pedir,
todo lo que tengo es regalado,
todo está dentro de mí.

Te doy todo lo que tengo
si lo necesitas para ti,
no te pediré nada a cambio,
porque no me gusta pedir.

No le debo nada a nadie
y a gusto puedo dormir.

Pero ahora llegó el momento
y solo una cosa voy a pedir,
pido fuertemente a la vida…
que no te aleje de mí.

Myriam Cobos


jueves, 3 de octubre de 2013

CANCIÓN DE LA GUITARRA



Quién me compra una guitarra,
para tocarle a mi amor
en las noches de luna clara,
con las notas del bordón.


Quién me presta una guitarra,
para cantar mil poemas,
requiebros lanzados al viento,
para que bailen las estrellas.


Quien me regala una guitarra,
para soltar mis cadenas,
acariciando con mis dedos
la suavidad de sus cuerdas.


Quién me tocará la guitarra,
para que alegre mis penas,
y me haga alegrar el alma,
aunque ganas de llorar tenga.


Myriam Cobos



martes, 1 de octubre de 2013

EL TAICHÍ: LOS SENTIMIENTOS Y LAS SENSACIONES

(TRABAJO-CONFERENCIA PRESENTADO PARA EL ENCUENTRO DE INSTRUCTORES DE 5TAICHI8 SEPT.2013)

EL TAICHÍ: LOS SENTIMIENTOS Y LAS SENSACIONES

Es difícil poder hablar o escribir, sobre algo intangible, como son los sentimientos y las sensaciones, ya que, éstas son íntimas, personales e intransferibles, pero me centraré en esta exposición, en las más generales, y las que seguramente, hayan sido experimentadas, en uno u otro momento, por todos los que practicamos Taichí.
Para comenzar, qué mejor que la definición de Sentimientos y Sensaciones, pues aunque todos sabemos o creemos saber lo que son, siempre es bueno poder recordarlo.


SENTIMIENTOS: Los sentimientos son las impresiones que causan a un nivel espiritual, determinadas cosas o situaciones, y a partir del sentir que éstas nos producen internamente, los seres humanos actuamos.
SENSACIONES: Impresión que las cosas producen por medio de los sentidos, es la respuesta inmediata que dan los órganos sensoriales, ante la recepción de un estímulo.


En sus orígenes, como en la actualidad, el  Taichí ha sido y es, indiscutiblemente, un arte marcial o guerrera, que pretende neutralizar a potenciales enemigos físicos.
El Taichí, hoy en día, sigue siendo un arte guerrera, pero el enemigo ha cambiado, el enemigo a combatir es otro, ya no se encuentra en el plano físico, sino que ataca al ser humano, desde el plano mental y espiritual.


En la sociedad en la que vivimos actualmente, las enfermedades mentales van en aumento, como por ejemplo el estrés, la depresión...y muchas enfermedades físicas, también vienen originadas o son provocadas, por estos  desajustes emocionales y mentales.


Por todo esto, la práctica del Taichí, se convierte, no solo en una práctica de enlace de una serie de movimientos corporales, ni en un arte de defensa, ni en solo una meditación en movimiento…sino, que el Taichí, aparte de englobar estas tres cosas, es mucho más.


La práctica del Taichí, va mucho más allá de lo simplemente evidente, de lo aparente, de lo que con los ojos físicos o los cinco sentidos, se puede observar o percibir.


El Taichí, aporta al practicante del mismo, un gran número de sensaciones,  tanto internas como externas. A la vez que el mismo, expande una serie de sentimientos internos, que no solo siente el propio practicante, sino que también se puede transmitir a determinada distancia, a las personas que observan, a los que practican juntos o incluso al resto del mundo, porque provoca la conexión con nuestro ser Interior, nuestro ser Superior y a la vez la conexión, con el resto del Universo.


Consultadas en investigación personal, una decena de personas, meras observadoras y no practicantes de Taichí, después de ver la realización de una forma completa, lo que les sugirió, y las sensaciones y sentimientos que les produjo, fueron definidas con las palabras: PAZ, CALMA, ARMONÍA, CONCENTRACIÓN, TRANQUILIDAD, RELAJACIÓN, AMOR Y ESPIRITUALIDAD.


La práctica del Taichí, hace que la persona mejore en la PERCEPCIÓN SOBRE SI MISMA y sobre el mundo que la rodea, se mejora la AUTOESTIMA, y se toma conciencia de todas las partes del cuerpo, que habitualmente parecen olvidadas, y que con la práctica del Taichí, adquieren importancia, como pueden ser los dedos de las manos, de los pies, la cintura, rodillas, pelvis, tobillos, hombros...


Además, como sentimiento, se generan unas ganas inmensas de COOPERACIÓN  y de AYUDAR a los demás, se siente una conexión con todo y con todos. Hay una íntima unión con la Naturaleza, lo que provoca un sentimiento de querer trabajar en la defensa del Planeta.

La práctica del Taichí genera en el practicante, un nuevo deseo de ser parte activa de la NATURALEZA, despertando en él el sentimiento de trabajar por ella y de luchar para su salvación. Son muchos los casos de personas, que después de practicar Taichí habitualmente, sienten el deseo de inscribirse o colaborar como voluntarios en asociaciones ecologistas, de defensa de los más necesitados, de los animales etc.


Se genera un sentimiento de GENEROSIDAD, un dar incondicional y desinteresado, un ofrecer conocimientos, amor, ayuda y comprensión a quienes lo necesiten.


La práctica habitual del Taichí, también produce un cambio notable en los hábitos y PERSPECTIVA de las cosas, lo que antes suponía un problema, ahora es visto con la distancia del que observa su propio movimiento, y gracias a ello, puede hacerle frente desde otro punto de vista, en el que no se involucra, sino que busca una solución desde fuera, sin sentirse deprimido, agresivo, triste o impotente ante esa situación.


Provoca también un cambio notable en los hábitos alimenticios,  ayuda a  cambiar y mejorar la ALIMENTACIÓN y a ser conscientes de lo que ingerimos. Esto se produce casi de una manera inconsciente, después de la práctica del Taichí, ya que, ésta genera una sensación de SACIEDAD, después de la misma, y se siente una necesidad del cuerpo, solo de ingerir alimentos naturales, tales como frutas, verduras, zumos...el organismo rechaza las comidas precocinadas, grasientas, o muy condimentadas.


El cuerpo comienza a hablar, y el practicante de Taichí empieza a escuchar lo que éste le pide, que en definitiva son: comidas sanas y saludables. Lo que hace que generalmente el practicante de taichí, pierda peso, gane en salud y adquiera una forma física espectacular, sin apenas esfuerzos.


A su vez se está haciendo un trabajo interno, se vacía y se llena, se vacía de emociones negativas, y se llena se sensaciones y sentimientos positivos, como: el AMOR, la COMPASIÓN, la JUSTICIA, la SOLIDARIDAD, la BONDAD, la COOPERACIÓN, la AMISTAD, el VALOR... Los maestros orientales aseguran que si el cuerpo recibe y proyecta el Chi universal, se torna fuerte, optimista y valeroso.


Al relajar la mente y acallar los pensamientos más racionales, entra en funcionamiento otro sistema de percepción, basado en los sentidos y las sensaciones, acrecentándose los sentimientos guardados, estancados o solapados, por ejemplo: Si hemos pasado por una situación de tensión y de estrés extremas, es posible que al comenzar la práctica, afloren todas esas emociones contenidas, y pueda desprenderse, sin remedio, alguna lágrima, para poder sanar esa emoción y liberarse de ella. También es habitual que se provoquen bostezos, y otras formas de liberación del cuerpo, pues esto forma parte de una CATARSIS, que permite curar la mente y el espíritu.


La sensación de EQUILIBRIO, que vamos adquiriendo con la práctica del taichí, hace que nuestro ser, esté también equilibrado, y no perdamos ese equilibrio, tanto físico como mental, con la facilidad que lo podríamos haber hecho antes de iniciar la práctica del Taichí. Lo cual, no solo genera un beneficio para nuestra propia salud, sino que también mejoramos el ambiente social, familiar, conyugal etc. Pues nuestro ser, está en equilibrio, y eso se transmite a todo nuestro alrededor, así que, en definitiva, estamos también ayudando en la construcción de un mundo mejor, más justo y saludable.


Al liberarnos de todas estas tensiones, y comenzar a tener otra percepción de nuesta propia vida, nos hace mejorar nuestra salud tanto física como mental, el no dejarse llevar tan a menudo por las emociones negativas, estar centrado en uno mismo y sus propias sensaciones, y la sensación de equilibrio que ofrece el Taichí, hace que la persona que practica, se sienta renovada, y comience a vivir una nueva vida, por supuesto, mucho más felíz.


El sentimiento más importante,  que tanto se percibe, como se transmite al practicar Taichí, es el del amor, el amor universal, el AMOR con mayúsculas,  el respeto y amor por todas las cosas, animales, plantas y hacia los propios congéneres.


Se genera el sentimiento de AMOR INCONDICIONAL, de comprensión hacia el otro, de ayuda, cooperación y respeto. De hecho, al término de cada clase, tanto profesores como alumnos, sienten unas ganas irremediables de abrazarse entre ellos, para expresar esa unión o energía invisible, que les ha conectado durante la práctica, por eso es muy habitual  que las personas que practican Taichí juntas, sean además grandes amigos, y hasta puedan llegar a ser excelentes parejas, pues al vibrar en la misma sintonía, encuentran una conexión, que quizás no encuentren con las demás personas.


Un tema intrínsecamente relacionado, y que se muestra generalmente como un tabú, en cualquier ámbito, y en el del Taichí en particular, es el del Taichí y la SEXUALIDAD, pero no podemos olvidar este importante tema, cuando de sentimientos y sensaciones se trata.
La práctica del taichí mejora positivamente las relaciones sexuales, pues todas las sensaciones y los sentimientos se intensifican, y la conexión con la pareja se hace mucho más perceptible, el sentimiento de unión y amor, el dar y recibir, la aceptación de lo que el otro es...lleva a mejorar esa relación, lo cual aporta  evidentemente, al practicante de Taichí, un grado más de felicidad a su vida.

CONCLUSIÓN:
En mi opinión personal, creo que es importante, como profesores, preguntar e interesarse por el estado emocional de los alumnos después de cada clase, saber cómo se sienten después de cada sesión y las sensaciones que se les ha transmitido, para así también poder mejorar la enseñanza, y aplicar una serie de ejercicios o movimientos, específicos para cada grupo de alumnos, pues cada uno, según edades, necesidades físicas o mentales, etc. requerirán de unos ejercicios u otros.

OBJETIVOS
Que los/las alumnas mejoren su forma física a través de la práctica de movimientos, pero sobre todo, como objetivo principal que se sientan felices, recuperen su autoestima, se sientan en estado de paz, tranquilidad y equilibrio al término de cada clase, y que esa sensación producida, asimilada y guardada en su interior, la puedan recuperar de su memoria personal y espiritual, para aplicarla en los distintos aspectos de su vida diaria, sobre todo cuando la situación así lo requiera.

Para finalizar, diría que la práctica del Taichí mejora nuestra vida en todos los aspectos, supone una renovación interior, una nueva percepción de la realidad, un deseo de INICIAR nuevos proyectos, sintiéndote en todo momento parte activa en el mundo;  provoca una unión de todo y con todos, genera paz, amor y armonía,  que en definitiva y como resultado final, consigue hacer que la persona que lo practica, se acerque mucho, a la meta que todos deseamos, como sentimiento y sensación más importante en nuestras vidas, que es: ¡¡¡LA FELICIDAD!!!
Myriam Cobos