Luna que apareces
en el azul intenso de la noche,
que derramas la ambrosía
de tu sensual belleza
sobre los mortales.
Diosa del Olimpo,
dueña de las estrellas,
coronada de aura
por la magia del cielo,
poderosa madre de las mareas.
¡Cuánta belleza posees Luna!
Me embelesas con tu luz…
¡No puedo dejar de mirarte!
Quiero ser tan hermosa como tú.
Amalgama de sueños enlazados,
solo tú, Luna,
solo tú sabes cuales son mis desvelos,
sólo tú me escuchas en la noche,
con oídos de terciopelo.
Myriam Cobos
Soy una dama...
Soy una dama de los pies a la cabeza
no me hacen falta joyas,
ni vestidos, ni diademas,
visto de respeto, de paciencia,
de cariño y de prudencia,
sé retirarme a tiempo
y nunca bajo la cabeza.
Dejo paso si pateando llegas,
sé esperar mi momento,
y felicito a quien me venza.
Soy una dama antigua,
de esas que no se arredran,
que defienden a los suyos
con el corazón y la cabeza,
que tratan a los demás
con refinada sutileza.
¡Qué pena que en estos tiempos
esto no se valore,
porque ya no se lleva,
y causa muchos sufrimientos!
Pero cada cual es como es,
y a mi me tocó ser princesa,
en un mundo al revés,
es difícil que me entiendan,
ser reina de los sueños
en la tierra de la simpleza.
Quiero que lo último que vean mis ojos
sea un atardecer en el mar,
rojizo, tranquilo, hermoso…
dibujando tu silueta a mi lado,
sintiendo la brisa y el sol templado.
Quiero que lo último que escuchen mis oídos
sea el sonido del mar sereno,
que con las olas me traigan el eco de tus palabras
diciéndome: "Te quiero".
Deseo que lo último que toquen mis manos
sea la arena cálida y escurridiza,
que acaricia al escaparse entre los dedos.
Quiero que lo último que huela,
sea ese olor intenso de la marea que sube,
con aromas azul turquesa,
que desprenden alegremente los peces.
Quiero que lo último que saboree mi boca,
sea la miel de tus besos,
que en la despedida llene todos mis sentidos,
haciendo que esos dulces momentos
sean eternos...
Myriam Cobos
DESEO...
Que la magia del Universo envuelva vuestros sueños,
y la noche profunda repare vuestro cuerpo.
Que la luna os acompañe en el viaje de vuelta,
con su brillo, con su luz, con su redondez eterna.
Que dancéis alegres la música de las estrellas
alzando vuestros brazos para llegar hasta ellas.
Que el nuevo día amanezca sereno
y sientas en tu corazón el renacer del tiempo.
Myriam Cobos
A veces se me queda grande la vida...
como un zapato que va suelto
y no sabes cuando vas a tropezar.
A veces se me queda grande la vida...
cuando me siento tan insignificante
en un mundo tan grande,
lleno de gente que cree saber tanto,
que creen saberlo todo...
poderosos, prepotentes, endiosados...
Se me queda grande la vida...
Cuando me fijo en las cosas pequeñas,
que para mí son importantes,
y siento que nadie más las ha visto...
Me siento pequeña cuando a nadie le importa
lo que hago...lo que soy...
lo que siento...
A veces...
se me queda grande la vida...
Primavera llegas...
espérame, y no pases de largo...
que mi alma inverna
protegida del hielo frío
y las paredes de piedra.
No te vayas sin llamarme,
que los rayos del sol
me despierten suavemente
acunándome el corazón.
La brisa de poniente acaricia mi cara,
mientras observo el horizonte
tranquilo y brillante del mar,
pidiéndole al Universo
en su bondad infinita...
que nunca deje de amar.
Myriam Cobos
A MI VECINA ISABEL:
Se ha parado el reloj,
el reloj de las campanas.
En la noche al despertar
solo escucho el silencio,
ya no sé ni qué hora es.
Desde que te has ido, vecina,
ya no escucho tu voz por la escalera,
ni tu risa cuando venían tus nietos,
el rellano se quedó vacío
de tantas vivencias, de tantos años…
Desde el cielo sé que cuidarás de mí,
y me mandarás de vez en cuando
una estrella,
para que me sienta feliz.
La primavera,
ya se aproxima,
te está esperando,
a la vuelta de la esquina.
Abre de par en par
la ventana,
y respira el aire puro,
de la mañana.
Siente el aroma,
de los almendros,
cómo la brisa,
viene a tu encuentro.
Quítate el abrigo,
fuera bufandas,
ponte los shorts
y busca las chanclas.
El sol te calienta,
levanta tus brazos
y vuela tan alto,
como una cometa.
Canta este rap,
a grito pelado,
sonríe a la vida...
¡Que ya ha comenzado!
Myriam Cobos
Caballero son tus besos
pura miel de mi panal,
caballero yo te quiero
mi cariño regalar.
Por mi pelo y por mis manos,
suavemente
déjate acariciar.
Observa atento
en el fondo de mis ojos,
que te hablan con su mirar.
Siente mi alma junto a la tuya
hablándote en un susurro,
porque te quiere enamorar.
Myriam Cobos
