ENVIDIO A LA PIEDRA

A veces…

envidio a la piedra

que no siente,

que permanece inmóvil,

sin importarle el tiempo,

sin mostrarse ruidosa,

sin llamar la atención...

viendo pasar la historia,

totalmente ajena,

de lo que sucede

a su alrededor.

Myriam Cobos

Fotografía propiedad de Myriam Cobos

NACÍ PARA ENCONTRARME CONTIGO

Nací para encontrarme contigo,

cuando llegué a este mundo

no sabía que tendrían que pasar

primaveras hasta encontrarnos.

Parecía que el otoño no llegaba,

y llegó para quedarse,

para hacerse infinito,

en ese momento, cuando ya no tienes prisa,

y te detienes para observar el paisaje.

Nací para encontrarme contigo,

dos universos paralelos,

Galaxias, planetas, estrellas y soles,

agujeros negros, nebulosas,

y un sinfín de asteroides.

No es casual nuestro encuentro,

tu nombre y el mío,

estaban desde un principio,

escritos en el firmamento.

Myriam Cobos

DESAPARECER

Me da miedo desaparecer,

desaparecer y que una niebla espesa

rellene mi hueco,

que hoy esté aquí

y mañana, me haya ido.

No temo a la muerte

porque viene de frente

y es inexorable destino.

Pero sí le tengo miedo,

y un inexplicable recelo,

de que me secuestre,

para siempre, el olvido.

Myriam Cobos

DESOLACIÓN

Poesía dedicada a los refugiados, que tienen que huir del horror, 

para encontrarse cara a cara con la desolación.

Cae la noche en el infierno,

entre mantas y colchones,

entre llantos de niños desnutridos,

y quejidos ahogados

de ancianos doloridos.

¿Dónde está Dios?

Otra noche más 

fuera de casa,

ateridos de frío,

en mitad de la nada.

Los pies descalzos

y el horror en la mirada.

Otro hijo que se fue al cielo,

otra madre, que entre el fango,

enterró toda esperanza.

Myriam Cobos