"Dedicado con todo cariño a las personas que cada día y cada noche tienen que cuidar, aun en detrimento de su propia salud,a los familiares que padecen esta cruel enfermedad".
Myriam
¿Cómo podría escribir una situación desesperada?
¿Cómo podría
explicarse con palabras el sufrimiento del alma?
Hay cientos de libros, miles quizás, sobre esta terrible
enfermedad, que es el Alzheimer, pero nada podrá jamás describir el sentimiento
de vivirlo cada día, cada hora, cada minuto cuando de tí depende un ser querido
que padece esta terrible enfermedad.
Existen verdaderos dramas familiares, porque, no es por la
pérdida de memoria el daño que se causa, sino por la incapacidad de control de
la persona, que en un desenfreno, libres ya de todo prejuicio, en sus últimos
coletazos, intentan agarrarse con uñas y dientes a la vida, arañando y
mordiendo a quienes les rodean.
Te enganchan con sus zarpas queriéndote llevar hasta su
locura, atrapándote en su tela de araña, en su mundo irreal…haciéndote bajar
hasta los infiernos de la desesperación.
Tienes la sensación de querer soltar sus uñas clavadas en tu
corazón, en tus entrañas, en tu alma…sientes querer liberarte de la presión,
pero no puedes, tienes que estar ahí, firme.
Llueva, nieve, salga el sol…de
día, de noche…eres su pilar, la columna donde se apoyan, sabes que sin tí no
serían nada…y a la vez te invade el sentimiento de querer volar y desaparecer…más allá del horizonte...
Myriam Cobos