Añoro tus manos rozando mi cintura,
tus labios acercándose a mi oído
susurrándome un te quiero.
Vendrá la primavera inquieta
y te buscaré entre las ramas
tus labios acercándose a mi oído
susurrándome un te quiero.
Vendrá la primavera inquieta
y te buscaré entre las ramas
que florecen,
en el arroyo cantarín,
en las nubes que corren
en el arroyo cantarín,
en las nubes que corren
vigorosas por el cielo...
Espero encontrarte en un suspiro,
o en la esencia de una flor.
Déjame morir entre tus brazos,
arrullada por el mar
Espero encontrarte en un suspiro,
o en la esencia de una flor.
Déjame morir entre tus brazos,
arrullada por el mar
y besada por el sol.
Myriam Caterina