Qué nos salve la poesía,
de morir en
el intento
de
sobrevivir a un mundo de injusticias.
Qué nos
salve la poesía,
de naufragar
en el mar de la vorágine
que provocan
las malas energías.
Qué nos
salve la poesía,
de
desfallecer cuando las ganas
se nos
hunden bajo tierra.
Cuando
sientas que se te acaba la vida,
mira al
cielo y lanza este grito de guerra:
¡Qué nos
salve la poesía!
Myriam
Caterina
Fotografía propiedad de Myriam Cobos