Soy una dama...
Soy una dama de los pies a la cabeza
no me hacen falta joyas,
ni vestidos, ni diademas,
visto de respeto, de paciencia,
de cariño y de prudencia,
sé retirarme a tiempo
y nunca bajo la cabeza.
Dejo paso si pateando llegas,
sé esperar mi momento,
y felicito a quien me venza.
Soy una dama antigua,
de esas que no se arredran,
que defienden a los suyos
con el corazón y la cabeza,
que tratan a los demás
con refinada sutileza.
¡Qué pena que en estos tiempos
esto no se valore,
porque ya no se lleva,
y causa muchos sufrimientos!
Pero cada cual es como es,
y a mi me tocó ser princesa,
en un mundo al revés,
es difícil que me entiendan,
ser reina de los sueños
en la tierra de la simpleza.
Como siempre maravillosa es tu obra. Eres toda una dama y lo demuestras en todo tu esplendor. Bravo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus hermosas palabras Bárbara Vázquez de la Oliva. Un cordial saludo.
EliminarMyriam Cobos