Tus ojos ocultan
la profundidad del tiempo.
Su brillo atesora la luz
de una perla nacarada
bajo el sol de invierno.
Cuánta ternura guardan
en el desván del recuerdo.
¡Qué expresión!
que se clava en el alma,
encendidos de pasión,
me miran,
como llamas de fuego
¡Cuánto amor habita en ellos!
Myriam Cobos
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