MIEDO
El miedo es proporcional a la soledad que se experimenta.
Los ojos como platos
en la noche inquieta.
Las manos sudorosas,
para no ver la realidad
que cada día te agobia
La boca sellada,
por si se escapa algún ruido que perturbe la aparente calma.
Las palabras medidas,
los gestos ausentes,
hacerte invisible para que no se desboque.
El corazón palpitando y la mente despierta para salir huyendo.
El monstruo está fuera,
el monstruo está dentro, resopla, zapatea...
ya viene!
Myriam Caterina
(Para todas las mujeres que se identifican con el poema: no estáis solas, de todo se sale. Mucho ánimo y fuerza!)