Es como un pozo sin fondo,
es como un pozo vacío,
dice la famosa sevillana,
que no se puede llenar,
ni ocuparlo otro sentío.
Vienen a mí esos acordes
y esas letras tan oídas,
hoy cobran sentido
y el vacío me hace herida.
Qué agujero negro,
qué vaguada seca,
qué nudo en la garganta,
cuando desaparecen
en la noche de los tiempos
las personas que más amas.
No hay más llanto,
que el silencio,
No hay más grito,
que el dolor,
cuando se muerde la ausencia
y se desgarra el corazón.
Colega, amigo, maestro…
que partiste de este mundo
en el día y la hora
que tendrías asignada,
triste queda tu voz desgarrada
tristes letras, tristes almas,
triste y muda queda la boca,
que nunca jamás volverá,
a pronunciar la palabra: Papá.
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