Cuando no pueda comunicarme con palabras,
ni con gestos, ni miradas...
Cuando el final ciegue mis ojos
y llegue a la vida Eterna...
Mi corazón te seguirá cuidando.
Y gritaré tu nombre desde lo alto,
para que no me olvides,
para que me sigas recordando.
Porque el alma nunca muere,
y desde cualquier lugar que me halle,
aunque creas que me has perdido,
mi alma te seguirá amando
como ahora lo hace.
Y mi espíritu en susurros,
como un viento callado,
en las noches de luna llena,
dulcemente...
te seguirá hablando.
Myriam Cobos
ni con gestos, ni miradas...
Cuando el final ciegue mis ojos
y llegue a la vida Eterna...
Mi corazón te seguirá cuidando.
Y gritaré tu nombre desde lo alto,
para que no me olvides,
para que me sigas recordando.
Porque el alma nunca muere,
y desde cualquier lugar que me halle,
aunque creas que me has perdido,
mi alma te seguirá amando
como ahora lo hace.
Y mi espíritu en susurros,
como un viento callado,
en las noches de luna llena,
dulcemente...
te seguirá hablando.
Myriam Cobos
Mucho le quieres!
ResponderEliminarNuestra alma habla con nuestra mirada, el corazón con nuestro palpitar, las manos con caricias, los pies al bailar, los oídos al escuchar y nuestra boca al hablar, pero si no se puede, todo nuestros sentidos podrán expresar lo que sienten, para llegar al más inocente ser que necesita consuelo,abrigo, y mucho alegría, dando de nosotros mismos algo de energía interna, la que da vida. Hermoso lo que escribes me encanta. Un abrazo y buenas noches amiga querida.
ResponderEliminarMuy bellas palabras Ruth!!! Muchas gracias. Un abrazo :)
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