sábado, 11 de mayo de 2013
AMOR DE OCASO
Brotó de nuevo la ilusión,
zapatitos de tacón, pendientes y carmín,
muñecos ambos, desgastados,
chulapos castizos de Madrid,
que pasean por la pista su amor
en un tango desgarrado.
Piruetas de la vida les hizo amanecer
cuando presentían el ocaso,
y sus cuerpos, ya gastados
renacían con el roce de su piel.
Acabó el baile…
¿Qué le dijo ella, qué le hizo él?
Viaje silencioso en metro, sin cruzar sus ojos,
mirada al frente viendo su reflejo en el cristal,
nunca lo sabré…
Dos sonoros besos, un gesto…
desesperado intento de poder volver atrás.
Él se baja en su estación,
una y otra vez desde el andén,
despide con su mano y su corazón.
Ella queda a solas con su dolor,
intentando ocultar la lluvia de otoño,
para que nadie la pueda ver.
¡Adiós amor!…adiós…adiós… adiós…
Myriam Cobos
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ResponderEliminarAdiós, olvido desilusión, ¿quién no ha vivido algo paredido?, ¿quién olvida los besos sonoros?, esos que dejan un silbido en el oído y cuantas veces nos hemos subido al tren y nos vamos, llevando un vacío enorme en el pecho.. Vaya todo pueden interpretar de distinta manera lo que plasma la escritora en su poesía, su pluma escribe su pensamiento, su más bellos sentir, ¡qué más podemos pedir, el otoño se llevó sus últimas hojas, ¡qué dolor!, más yo pienso que siempre habrá un mañana mejor..
EliminarSigue escribiendo así amiga, con tan puros sentimientos.. Un abrazo grandote Myrim Cobos.
Muchas gracias Ruth!!! Son muy bellas tus palabras.
EliminarUn abrazo grandote amiga :)
He querido decir parecido perdón
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