En la playa eterna,
allá en la lejanía...
sobre la arena sentada,
siento el vaivén de las olas
del mar en calma que arrulla,
embelesa y adormece...
El grito del águila me despierta,
su vuelo pausado, sereno...
me envuelve.
Somos uno...somos todo...
somos nada...
allá en la lejanía...
sobre la arena sentada,
siento el vaivén de las olas
del mar en calma que arrulla,
embelesa y adormece...
El grito del águila me despierta,
su vuelo pausado, sereno...
me envuelve.
Somos uno...somos todo...
somos nada...
Myriam Cobos
Precioso, escribe como una musa, la de los sueños perdidos y que hoy se encuentran dormidos, me encanta el escrito. Un abrazo enorme querida amiga. Sigue escribiendo y compartiendo con los que te queremos y deseamos lo mejor.Un beso a la distancia.
ResponderEliminarMuchas gracias querida Ruth!!! Un abrazo enorme :)
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