Es la luz de tus ojos
que iluminan ardientes
el infinito vacío
que deja tu ausencia,
la que me guía a través
de la noche eterna,
paseando sombras,
latiendo espacios
de ardorosa soledad
que aprieta.
Enciénde la luz de tu mirada,
para que vea el camino
que me lleva a tu encuentro,
y no me pierda para siempre
en la gélida madrugada.
Myriam Cobos
La ausencia, la soledad, aveces acompaña a muchas personas en la vida diaria, muchas veces ignoramos que sucede con las personas que vemos a diario y pasan a nuestro alrededor, que la mirada de muchos ilumine el camino de aquellos que se han perdido y deseando con el corazón que nadie esté solo, que encuentro cobijo y abrigo, que el amor le salga al encuentro y que la soledad encuentre un compañero. Un amigo, ese que siempre es necesario y que muchas veces no son valorados. Gracias amiga por tan bello poema. Felicidades.
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