y la distancia amarga acecha
oculta detrás de los arbustos,
esperando dar su zarpazo más siniestro...
Resurge la mariposa de la esperanza dormida,
con las alas extendidas
entre tulipanes y albahacas, sonriendo,
porque la guerra no está perdida,
aunque perdamos la batalla,
y las flores de la ilusión
resurgen cada mañana.
Myriam Cobos
Cada mañana resurge la esperanza, renacer, siempre bueno. Un saludo escritora querida.
ResponderEliminarMuchas gracias querida amiga Ruth. Un abrazo.
ResponderEliminar