En el silencio de la noche
tan solo me ilumina tu recuerdo,
un río fluye lentamente hacia ti,
desembocando en un incierto beso.
Rebusco entre las sábanas
con mis manos y mi deseo,
con la esperanza de tocarte,
¡Qué grande es esta cama!
Un paraje infinito de ausencia,
cierro de nuevo los ojos,
para poder encontrarte.
Myriam Cobos
No hay comentarios:
Publicar un comentario