Deseo que parta la noche,
en callados versos
y palabras tenues.
Vienes a mí
en recuerdos vanos,
cargados de memorias,
como un perro fiel
que nunca se separa.
La oscuridad absorbe
la fragancia
de una piel encendida
y el ventilador que oscila,
me saca, por segundos,
de la enajenación mental
que tu ausencia provoca.
Myriam Caterina
No hay comentarios:
Publicar un comentario