de tus palabras, aún sabiendo que se borran con el viento".
Jenniley Bonilla
El breve instante, que te tuve entre mis brazos,
fue un leve momento mágico,
que me hiere, que me cura...
irrepetible y único, que me quema,
en lo más profundo de mi abrazo.
De las nubes de tus manos,
mi soledad quedó desierta,
y el vacío de ti... rasgó el tejido fino,
de mi pobre y mísera existencia.
Clamándole a la noche, aún dormida…¡Despierta!
para que acunen mi pena, en silencio, las estrellas.
Desgarrada el alma por tu ausencia,
lanzo un suspiro mudo,
exhalando cristales rotos,
envuelta en lágrimas calladas que no cesan.
Cierro los ojos y a todas horas
clamo al cielo, de nuevo...por tu presencia.
Myriam Cobos
Este poema obtuvo este Reconocimiento en el Segundo Concurso de poesía del grupo
"La Vida es Poesía" el 19-7-2013
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