Facebook se quedó desierto,
vacío de tiernas palabras
que le arrebató el Wasap.
Tecnología mezclada,
confundiendo al corazón.
Habla pantalla habla,
o no me hables, por favor.
¿A quien atiendo primero
al móvil o al ordenador?
Mueves los dedos inquietos,
es dificil decisión,
sigue escribiendo las letras
hasta perder la razón.
Acaricias la pantalla,
con ansiosa devoción,
siento envidia de tu móvil,
porque él me las robó.
Myriam Cobos
miércoles, 31 de julio de 2013
lunes, 29 de julio de 2013
ENTRE TU PELO Y EL MÍO
La hermosura de la vida se desgrana
gajo a gajo, entre tu pelo y el mío,
ignorando la inocencia en un suspiro
de los besos vacilantes del mañana.
Rompiendo madrugadas extasiantes,
volteando mariposas en el viento,
en una conjunción casi perfecta
que trasgrede la física del tiempo.
Sedosos hilos que irradian la luz del intelecto
y cubren la osada desnudez de los recuerdos,
creando senderos de huellas imborrables...
entrelazando nuestros cabellos.
Myriam Cobos
gajo a gajo, entre tu pelo y el mío,
ignorando la inocencia en un suspiro
de los besos vacilantes del mañana.
Rompiendo madrugadas extasiantes,
volteando mariposas en el viento,
en una conjunción casi perfecta
que trasgrede la física del tiempo.
Sedosos hilos que irradian la luz del intelecto
y cubren la osada desnudez de los recuerdos,
creando senderos de huellas imborrables...
entrelazando nuestros cabellos.
Myriam Cobos
domingo, 21 de julio de 2013
TE ENTREGARÉ MI AMOR...
Te regalaré mi alma si sabes encontrar
en ella el suspiro del amor, el grito del deseo,
el susurro del anhelo de las flores en el suelo
que pretenden germinar.
Te entregaré mi corazón sin reservas
si lo mimas y lo quieres junto al tuyo,
que se fundan generosos recitando poesías,
observando por la noche las estrellas.
Te ofreceré entero mi cuerpo desnudo,
para que tus besos recorran cada poro de mi piel
y sintamos extasiados las caricias sensuales,
explorándonos hasta que quiera amanecer.
Te daré la vida entera, mi cielo,
cuerpo, alma y corazón…
si me sabes comprender.
Myriam Cobos
miércoles, 17 de julio de 2013
MARINERO
te ha tocado navegar en aguas dulces,
sientes la añoranza del mar eterno,
¡Hoy es tu día marinero!
Lanza al agua rosas y claveles,
la mar en calma te espera,
saca tu barquita nueva,
aquella la que más quieres,
y ajusta sus velas.
Marinero no hay estela,
que no puedas encontrar,
ni aún en la noche más turbia,
porque como decía el poeta,
se hace estela al navegar.
Myriam Cobos
martes, 16 de julio de 2013
NO NECESITO ROSAS...
LAS COSAS SENCILLAS DE LA VIDA SON LAS
MEJORES,
LAS QUE SE OFRECEN DE CORAZÓN, LAS QUE NO TIENEN PRECIO,
LAS QUE SE HACEN POR AMOR...Y SIN ESPERAR NADA
A CAMBIO.
No necesito rosas, ni champagnes,
ni viajes caros, ni regalos extravagantes.
No quiero joyas que opriman mi cuello,
ni sedas del lejano oriente.
Tampoco me des perfumes
que se gastan con el tiempo,
ni forzados elogios
que tu corazón no siente.
Ofréceme solo tu tiempo,
y cuando te hable escucha atento,
dame la sinceridad que merezco,
y para mi…serás eterno.
Myriam Cobos
LAS QUE SE OFRECEN DE CORAZÓN, LAS QUE NO TIENEN PRECIO,
LAS QUE SE HACEN POR AMOR...Y SIN ESPERAR NADA
A CAMBIO.
No necesito rosas, ni champagnes,
ni viajes caros, ni regalos extravagantes.
No quiero joyas que opriman mi cuello,
ni sedas del lejano oriente.
Tampoco me des perfumes
que se gastan con el tiempo,
ni forzados elogios
que tu corazón no siente.
Ofréceme solo tu tiempo,
y cuando te hable escucha atento,
dame la sinceridad que merezco,
y para mi…serás eterno.
Myriam Cobos
lunes, 15 de julio de 2013
SILUETAS EN LA NIEBLA
Y cada vez…
voy dando un paso
hacia atrás,
hasta que la distancia sea tan grande,
que ya no podamos vernos,
y tengamos que adivinar siluetas
movidas por el viento,
difuminadas en la
niebla
manchadas de grises y negros,
y el abandono del olvido
desvanezca para siempre
nuestros cuerpos.
Myriam Cobos
domingo, 14 de julio de 2013
PERMÍTEME
Deja que mi corazón te abrace
en el cruel desierto de la vida.
Acepta que te acompañe,
en el tortuoso camino
hacia la verdad.
Permite que mi locura te siga.
Que mis torpes pasos,
ciegos todavía,
tropiecen ingenuos,
una...y otra vez...
en el mar de tu sabiduría.
Myriam Cobos
en el cruel desierto de la vida.
Acepta que te acompañe,
en el tortuoso camino
hacia la verdad.
Permite que mi locura te siga.
Que mis torpes pasos,
ciegos todavía,
tropiecen ingenuos,
una...y otra vez...
en el mar de tu sabiduría.
Myriam Cobos
EL OASIS Y EL MANANTIAL
La fuente de la vida y el manantial donde bebemos,
los suspiros exhalados y el mundo que se escapa.
¡Qué corta es la existencia, con sus dones amargos!
Frutos dulces nos ofrece, manjares prohibidos...
Estando en el manantial,
bebiendo de sus aguas,
marchaste en busca de la fuente
de donde brota la vida.
Recorriste el desierto entero
en busca de un oasis,
caminando exhausto
para saciar tu sed.
Y al regresar al manantial sereno y claro,
aún recordabas la brisa cálida del desierto,
la arena fina bajo tus pies,
y ese agua fresca y sincera...
que te calmó.
Myriam Cobos
los suspiros exhalados y el mundo que se escapa.
¡Qué corta es la existencia, con sus dones amargos!
Frutos dulces nos ofrece, manjares prohibidos...
Estando en el manantial,
bebiendo de sus aguas,
marchaste en busca de la fuente
de donde brota la vida.
Recorriste el desierto entero
en busca de un oasis,
caminando exhausto
para saciar tu sed.
Y al regresar al manantial sereno y claro,
aún recordabas la brisa cálida del desierto,
la arena fina bajo tus pies,
y ese agua fresca y sincera...
que te calmó.
Myriam Cobos
PENSAMIENTO
Aunque la realidad sea la misma,
no todos vemos las mismas cosas,
muchos enfados vienen provocados
por esa distinta visión,
pero, la Verdad, es solo una,
y todos llegaremos a ella
tarde o temprano.
Estamos muy distraídos
con lo que nos rodea,
la tela de araña que nos atrapa,
y no le damos importancia,
a lo que y a los que,
en verdad la tienen.
Ten paciencia con quienes aún no ven,
y deja que el tiempo, y el destino,
hagan su trabajo.
Myriam Cobos
no todos vemos las mismas cosas,
muchos enfados vienen provocados
por esa distinta visión,
pero, la Verdad, es solo una,
y todos llegaremos a ella
tarde o temprano.
Estamos muy distraídos
con lo que nos rodea,
la tela de araña que nos atrapa,
y no le damos importancia,
a lo que y a los que,
en verdad la tienen.
Ten paciencia con quienes aún no ven,
y deja que el tiempo, y el destino,
hagan su trabajo.
Myriam Cobos
NO TE ESCRIBIRÉ MÁS VERSOS
No te escribiré más versos,
ni poemas de "te quieros".
No te extrañaré en las noches,
ni te buscaré en mis sueños.
No le clamaré a la luna
que me traiga tus besos,
ni gritaré en silencio tu nombre
esperando ser devuelto.
No te susurraré secretos,
bellas palabras,
ni profundos pensamientos.
No te impondré mi presencia,
ni te robaré más tiempo.
Pero, tal vez...
si me recuerdas en algún momento,
si me piensas mirando al cielo,
o nesesitas consuelo...
Siente aún, que yo te espero,
entre las nubes flotando,
para decirte..."Te quiero".
Myriam Cobos
ni poemas de "te quieros".
No te extrañaré en las noches,
ni te buscaré en mis sueños.
No le clamaré a la luna
que me traiga tus besos,
ni gritaré en silencio tu nombre
esperando ser devuelto.
No te susurraré secretos,
bellas palabras,
ni profundos pensamientos.
No te impondré mi presencia,
ni te robaré más tiempo.
Pero, tal vez...
si me recuerdas en algún momento,
si me piensas mirando al cielo,
o nesesitas consuelo...
Siente aún, que yo te espero,
entre las nubes flotando,
para decirte..."Te quiero".
Myriam Cobos
REFLEXIÓN
Y qué más da si nos quedamos solos,
y qué importa si no nos siguen.
Levántate, elévate, libera tus cadenas,
¡Ponte en pié!
Aunque seas tu sol@, no esperes más.
¿A qué estás esperando? ¿A quién esperas?
Me esperas a mí, a tu vecino, al de al lado,
al político de turno…
Si es así, seguirás esperando eternamente…
Rebélate tu mism@, no necesitas de nadie más.
Una estrella brilla sola en el cielo,
pero la acción de cada una de ellas,
consiguen crear un hermoso firmamento.
Myriam Cobos
y qué importa si no nos siguen.
Levántate, elévate, libera tus cadenas,
¡Ponte en pié!
Aunque seas tu sol@, no esperes más.
¿A qué estás esperando? ¿A quién esperas?
Me esperas a mí, a tu vecino, al de al lado,
al político de turno…
Si es así, seguirás esperando eternamente…
Rebélate tu mism@, no necesitas de nadie más.
Una estrella brilla sola en el cielo,
pero la acción de cada una de ellas,
consiguen crear un hermoso firmamento.
Myriam Cobos
UNA CALLE DE MADRID
Me encontré de pronto
en una calle escondida
del centro de Madrid,
olvidada estaba ella
y más perdida andaba yo.
Mis vacilantes pasos matutinos
me llevaron,
hasta este pintoresco rincón.
Donde el tiempo se detuvo adormecido
hace ya un siglo o dos,
en el que se respira tranquilidad y nostalgia,
acariciado dulcemente por el sol.
Myriam Cobos
en una calle escondida
del centro de Madrid,
olvidada estaba ella
y más perdida andaba yo.
Mis vacilantes pasos matutinos
me llevaron,
hasta este pintoresco rincón.
Donde el tiempo se detuvo adormecido
hace ya un siglo o dos,
en el que se respira tranquilidad y nostalgia,
acariciado dulcemente por el sol.
Myriam Cobos
ESPEJISMO
Qué poco duró la dicha,
sólo un vuelco al corazón,
rápido se esfumó en la brisa,
la alegría del amor.
No eran para ti esos versos,
que leíste con pasión,
eran suspiros del aire,
que el viento te arrebató.
Cuando llegue la oscura noche,
en silencio y soledad,
acunarás con lágrimas el vacío
que en tu pecho quedará.
Myriam Cobos
sólo un vuelco al corazón,
rápido se esfumó en la brisa,
la alegría del amor.
No eran para ti esos versos,
que leíste con pasión,
eran suspiros del aire,
que el viento te arrebató.
Cuando llegue la oscura noche,
en silencio y soledad,
acunarás con lágrimas el vacío
que en tu pecho quedará.
Myriam Cobos
miércoles, 10 de julio de 2013
LA DANZA DEL SOL
Baila la danza del sol, que se oculta entre las nubes,
cansado de iluminar parajes recónditos,
que esclarece con su fuerza,
y vislumbran una realidad efímera,
disuelta entre sobras de atardeceres indómitos,
recorriendo vacíos de soledad entrañable,
para morir en brazos de una noche,
que bajo su manto se muestra vulnerable.
Myriam Cobos
cansado de iluminar parajes recónditos,
que esclarece con su fuerza,
y vislumbran una realidad efímera,
disuelta entre sobras de atardeceres indómitos,
recorriendo vacíos de soledad entrañable,
para morir en brazos de una noche,
que bajo su manto se muestra vulnerable.
Myriam Cobos
lunes, 8 de julio de 2013
CUANDO ALGO SE OLVIDA
"Cuando algo se olvida, calla el agua.
Cuando se calla el agua, la fuente es solo piedra".
F.B. Reyes
Cuando se olvidan los recuerdos,
solo queda la piedra anhelando
el mármol gris hiriente.
Cuando algo se olvida es...
como si nunca hubiera existido.
Cuando los recuerdos se borran,
se silencia la vida,
la historia desaparece,
y solo espera la tumba
fría, marmórea, helada...
Cuando se calla el agua
el silencio grita infame,
y llega...la calma.
Cuando la fuente se hace piedra,
queda…la nada.
Myriam Cobos
Cuando se calla el agua, la fuente es solo piedra".
F.B. Reyes
Cuando se olvidan los recuerdos,
solo queda la piedra anhelando
el mármol gris hiriente.
Cuando algo se olvida es...
como si nunca hubiera existido.
Cuando los recuerdos se borran,
se silencia la vida,
la historia desaparece,
y solo espera la tumba
fría, marmórea, helada...
Cuando se calla el agua
el silencio grita infame,
y llega...la calma.
Cuando la fuente se hace piedra,
queda…la nada.
Myriam Cobos
sábado, 6 de julio de 2013
TE ESPERARÉ...
Te esperaré…
en un mundo de fantasía,
donde la magia desborda
el color y la alegría,
allí donde las sombras no penetran,
en el lugar íntimo de los sueños,
ilusiones y quimeras.
Te esperaré…
aunque por dentro llueva,
y cantaré versos al viento,
para que los lleve raudo
a tu presencia.
Te esperaré…
aunque nunca vuelva a verte,
y a pesar de que esta vida,
me la arrebate...la muerte.
Myriam Cobos
en un mundo de fantasía,
donde la magia desborda
el color y la alegría,
allí donde las sombras no penetran,
en el lugar íntimo de los sueños,
ilusiones y quimeras.
Te esperaré…
aunque por dentro llueva,
y cantaré versos al viento,
para que los lleve raudo
a tu presencia.
Te esperaré…
aunque nunca vuelva a verte,
y a pesar de que esta vida,
me la arrebate...la muerte.
Myriam Cobos
viernes, 5 de julio de 2013
CUENTO: LA TEMPESTAD DE LOS SUEÑOS
Una tarde de otoño, en la que se preparaba una gran tormenta, Eloísa, que había cumplido ocho años, corrió hacia su abuelo asustada, con el ruido del primer trueno.
El abuelo, para intentar alejarla del miedo que le producía la tormenta, le dijo:
La carita de la niña se iluminó y con curioso ademán, se sentó frente a su abuelo, el cual comenzó a relatar, mientras los truenos y los relámpagos, se hacían cada vez más fuertes:
Había una vez una familia, que vivía, en una gran mansión, al lado del mar y un día de otoño, se levantó inesperadamente una gran tempestad, era tan fuerte, que las olas del mar llegaban hasta la casa, y el agua se colaba por las rendijas de las puertas y golpeaba con furia las ventanas.
Rápidamente, el padre, movilizó a toda la familia, que era muy numerosa, cada uno debería ir cerrando apresuradamente ventanas y persianas, por todas las estancias.
Elena, una de las hijas, una joven callada, tímida, inteligente y sobre todo sensitiva, se ofreció velóz para subir a la tercera planta de la casa, sabía que allí...estaría él…
Subió deprisa las escaleras, de dos en dos, y llegó a la tercera planta, dedicada habitualmente a los invitados, pero casi nunca era ocupada.
Y allí estaba...tumbado en la cama, boca arriba, los los ojos abiertos, pensativo…
Elena sabía que sólo ella podía verle, y que únicamente se aparecía los días de tormenta.
Siempre había intentado hablar con él, era guapo, jóven,
atractivo…pero nunca le hablaba, sólo respondía con un gesto de cabeza, afirmando o negando, pero nunca se levantaba de la cama, y siempre seguía con su mirada lánguida, triste y melancólica.
Elena intentó cerrar el pestillo de una de las ventanas, pero éste se resistía, estaba muy gastado, y además el viento impedía cerrarla, hasta que pudo girarlo con fuerza y la cerró.
Hábilmente, Elena, le dirigió cogido de la mano, hacia un rincón de la habitación, donde había una estantería muy antigua, que según sus padres, ya estaba allí cuando llegaron a la casa y ella ni siquiera había nacido.
Tenía unos curiosos adornos, en especial uno que siempre llamaba la atención de Elena, y que nunca se atrevía a tocar.
Era una figura de porcelana blanca, que representaba el Taj mahal, por fin, la cogió entre sus manos y se la enseñó a Ángel, que permanecía sentado junto a ella.
Ángel la cogió con sumo cuidado, y ante la sorpresa de Elena, la abrió:
¡Era una cajita!, y contenía unos pequeños muñequitos, que representaban a todos los miembros de la que había sido la familia de Ángel y éste, saliendo de su estado habitual, comenzó a relatarle la historia de aquél objeto...era triste, muy triste, aquella historia...
Ese adorno era un regalo de su madre, nunca le había querido, siempre le había tratado mal, tenía muy mal genio y Ángel era muy sensible, esa pequeña cajita, fue lo único bonito que recibió de ella en toda su corta vida, por eso, cuando murió, se había quedado allí, junto a ese precioso objeto, para siempre.
Elena al escuchar la historia se conmovió, y besó de nuevo dulcemente a su Ángel en los labios, éste le devolvió el beso con más intensidad aún.
La tempestad había parado y comenzaba a salir el sol...y Ángel...al fin…partió hacia la eternidad.
-"Ven aquí, siéntate, que te voy a contar un cuento".
La carita de la niña se iluminó y con curioso ademán, se sentó frente a su abuelo, el cual comenzó a relatar, mientras los truenos y los relámpagos, se hacían cada vez más fuertes:
Había una vez una familia, que vivía, en una gran mansión, al lado del mar y un día de otoño, se levantó inesperadamente una gran tempestad, era tan fuerte, que las olas del mar llegaban hasta la casa, y el agua se colaba por las rendijas de las puertas y golpeaba con furia las ventanas.
Rápidamente, el padre, movilizó a toda la familia, que era muy numerosa, cada uno debería ir cerrando apresuradamente ventanas y persianas, por todas las estancias.
Elena, una de las hijas, una joven callada, tímida, inteligente y sobre todo sensitiva, se ofreció velóz para subir a la tercera planta de la casa, sabía que allí...estaría él…
Subió deprisa las escaleras, de dos en dos, y llegó a la tercera planta, dedicada habitualmente a los invitados, pero casi nunca era ocupada.
Y allí estaba...tumbado en la cama, boca arriba, los los ojos abiertos, pensativo…
Elena sabía que sólo ella podía verle, y que únicamente se aparecía los días de tormenta.
Siempre había intentado hablar con él, era guapo, jóven,
atractivo…pero nunca le hablaba, sólo respondía con un gesto de cabeza, afirmando o negando, pero nunca se levantaba de la cama, y siempre seguía con su mirada lánguida, triste y melancólica.
Elena intentó cerrar el pestillo de una de las ventanas, pero éste se resistía, estaba muy gastado, y además el viento impedía cerrarla, hasta que pudo girarlo con fuerza y la cerró.
Pero gracias a ello, se le ocurrió una idea, volvió a abrirla disimuladamente y se dirigió hacia el jóven fantasma, al que había puesto por nombre: "Ángel" por su aspecto angelical, y le pidió y le rogó que la ayudase, tanto y tanto lloró y pidió, que "Ángel" se levantó de su letargo, y juntando las manos los
dos, a un tiempo, la cerraron de golpe.
Elena, llena de emoción, se lanzó a besarle en la mejilla, cuando arrimó sus labios a su cara, sintió que era de carne y hueso, comprobando que al fin su ángel se había materializado, pero éste, lejos de sorprenderse, siguió en su ensimismamiento, disimulando, como si nada hubiera sucedido.
dos, a un tiempo, la cerraron de golpe.
Elena, llena de emoción, se lanzó a besarle en la mejilla, cuando arrimó sus labios a su cara, sintió que era de carne y hueso, comprobando que al fin su ángel se había materializado, pero éste, lejos de sorprenderse, siguió en su ensimismamiento, disimulando, como si nada hubiera sucedido.
Hábilmente, Elena, le dirigió cogido de la mano, hacia un rincón de la habitación, donde había una estantería muy antigua, que según sus padres, ya estaba allí cuando llegaron a la casa y ella ni siquiera había nacido.
Tenía unos curiosos adornos, en especial uno que siempre llamaba la atención de Elena, y que nunca se atrevía a tocar.
Era una figura de porcelana blanca, que representaba el Taj mahal, por fin, la cogió entre sus manos y se la enseñó a Ángel, que permanecía sentado junto a ella.
Ángel la cogió con sumo cuidado, y ante la sorpresa de Elena, la abrió:
¡Era una cajita!, y contenía unos pequeños muñequitos, que representaban a todos los miembros de la que había sido la familia de Ángel y éste, saliendo de su estado habitual, comenzó a relatarle la historia de aquél objeto...era triste, muy triste, aquella historia...
Ese adorno era un regalo de su madre, nunca le había querido, siempre le había tratado mal, tenía muy mal genio y Ángel era muy sensible, esa pequeña cajita, fue lo único bonito que recibió de ella en toda su corta vida, por eso, cuando murió, se había quedado allí, junto a ese precioso objeto, para siempre.
Elena al escuchar la historia se conmovió, y besó de nuevo dulcemente a su Ángel en los labios, éste le devolvió el beso con más intensidad aún.
La tempestad había parado y comenzaba a salir el sol...y Ángel...al fin…partió hacia la eternidad.
jueves, 4 de julio de 2013
LÁGRIMAS DE ESTRELLAS
Sirva la lluvia de lágrimas
y el sol para secarlas.
El viento que arranque las hojas muertas,
y las estrellas, ¡Ay las estrellas!
que brillen en la noche inquietas
para iluminar mi llanto,
consolando la soledad perpetua.
Myriam Cobos
y el sol para secarlas.
El viento que arranque las hojas muertas,
y las estrellas, ¡Ay las estrellas!
que brillen en la noche inquietas
para iluminar mi llanto,
consolando la soledad perpetua.
Myriam Cobos
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