No se puede parar el viento,
ni detener el momento
que se escapa entre los dedos.
No se puede sujetar la lluvia,
que cae a su antojo
cuando menos te lo esperas.
Quisiera recoger para siempre
la esencia de unos segundos,
vividos en el tiempo.
Hay ciertos momentos…
que debieran ser eternos.
Myriam Cobos
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