Fue un día
del recién estrenado otoño,
cuando las mariposas alegres
y risueñas
vinieron a visitarme...
Envolviéndome con su vuelo
en una danza
en una danza
de sonrisas y
suspiros,
de inquietudes, ilusiones,
de miradas y de anhelos.
De una tarde soleada
el recuerdo saboreo,
reviviendo a cada instante,
la magia
de aquel momento,
en que se encontraron
con deseo,
con deseo,
el ardiente fuego
con el poderoso viento…
La llama impetuosa creció,
llegando hasta el firmamento,
las hermosas mariposas otoñales,
las hermosas mariposas otoñales,
vivirán, para siempre, grabadas,
en la eternidad del tiempo.
en la eternidad del tiempo.
Myriam Cobos
No hay comentarios:
Publicar un comentario