A veces...
regresan los fantasmas,
se meten en tu cabeza
y desde allí,
te recorren palmo a palmo
hasta hacerse con tu cuerpo,
con tu ánimo,
con tus ganas de vivir.
A veces...
los fantasmas tienen nombre
y tienen cargo,
tienen poder para seguir presentes,
aunque ya no estén.
A veces...
los fantasmas del pasado
te sumen en la decepción
más absoluta
y desde la distancia que separa
kilómetros de olvido,
te siguen golpeando.
Myriam Caterina
Fotografía propiedad de Myriam Cobos
La mente nos juega pasadas muy dura, sobretodo si se tiene una memoria fotográfica, como mía, por ejemplo.
ResponderEliminarLos fantasmas son en cierta forma nuestras propias frustraciones y lo que dejamos a media tinta.
Excelente trabajo y fotográfía.
Besitos.
Así es Ruth. Gracias. Besitos también para ti.
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