Tengo que plantar un limonero
para sestear a su sombra,
lástima que la vida ya no alcance
para ver crecer su alfombra.
El tren que pasa dos veces
y eres capaz de perder tres,
regresa cuando ya no tienes
ganas de viaje, dejándote,
una vez más en tierra
cargado de equipaje.
Cuán incierta es la existencia,
te crees dueño del mundo,
cuando no sabes, si apenas,
te quedan diez segundos.
Myriam Caterina
Fotografía propiedad de Myriam Cobos
El tren de la vida, pasa y si no lo coges no viajas y cuando lo deseas no tienes fuerzas y cuando verdaderamente llega esa oportunidad, ¡Tan desea! Llega el ocaso a nuestras vidas. Felicidades, querida amiga.
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