Llegó Abril, ya es Viernes Santo,
todo llega en un suspiro
Llegó Abril, ya es Viernes Santo,
todo llega en un suspiro
El
flamenco no es un folklore, es algo que va más allá de las palabras, de la
música, del cante y del baile.
El
flamenco es un sentimiento, es un inmenso sentido que tiene solera, que tiene
alma, que tiene un infinito de sentires desgarrados y una tonelada de alegrías
celebradas.
Es
algo que no se puede explicar con palabras, sólo con gestos, con miradas, con
suspiros, con el alma…
El
flamenco es indescriptible, hay que vivirlo, hay que sentirlo, hay que
adentrarse en las profundidades de su historia, para saber lo que arrastra.
El
flamenco habla, pero el flamenco escucha; el flamenco escucha tus dolores,
escucha tus sufrimientos, escucha tus alegrías, escucha tus penas, y te habla, te
habla en un idioma único que entienden todos los seres humanos, que es, el del
corazón.
Myriam Caterina
Foto propiedad de Pixabay
Esa maldita pared que separa
vuestro mundo del mío,
esa maldita pared
que lleva grabados nombres
y fechas.
Esa maldita pared de
mármol
que tiene a mi familia presa.
Visitar esa pared,
En un cementerio
cualquiera,
llevar flores a una pared
y que en un jarrón no
quepan.
Rezar mirando hacia
arriba,
Sin alcanzar a tocar el
nicho,
Suspirar pura nostalgia,
Y llorar porque se han
ido.
Mis padres, mi tía, mis
abuelas…
están en esa pared
durmiendo un sueño eterno.
Azotada por un sol
abrasador
y por las inclemencias del
tiempo,
rodeada de avispas
que rompen con su zumbido
el silencio.
La muerte es mucho más
cruel
de lo que me habían dicho,
es un cuadrado perfecto,
al que llamaron…nicho.
Myriam Caterina
Cuando llega el otoño
y traspasa con su rojez infinita el alma.
Luces y sombras en perfecto equilibrio parece que danzan.
Y la tarde cálida te sumerge en el paisaje, ese paisaje ocre y dorado,
que solo dura, como la vida, un instante.
Myriam Caterina
Fotografía propiedad de Myriam Cobos
Verdes naranjos del patio de Sevilla,
qué lindo aroma me traes
que me transportas hasta
la orilla,
la orilla misma del
Guadalquivir.
Gracia y salero, alegría y
palmas,
tiene mi plaza de España.
Hasta el agua suena al
compás.
Azulejos primorosos y unos
carruajes
con caballos jerezanos
que te llevan donde quieras pasear.
Los jazmines, los lirios,
las azucenas,
en el parque de María
Luisa
todas las flores parecen
bailar.
Es normal con tanto duende
que el arte allí se
dispare
y la magia divina se pueda crear.
¡Qué preciosa es Sevilla!
¡Cuánto he tardado en
visitar tu belleza florida!
Ahora que he visto:
tu Giralda señorial,
tus calles y tus plazas
ese aroma a tradición
que me hace suspirar.
Ahora entiendo el dicho:
Sevilla tiene un color
especial
y yo añadiría, también
que su magia es especial.
He tardado en conocerte,
Sevilla de mis entrañas,
aunque siempre te anhelé.
Mi baile es muy sevillano,
me lo dijo un maravilloso
ser,
y ahora lo recibo como halago,
porque antes no sabía
lo importante que eso podía
ser.
Myriam Caterina
Fotografía propiedad de Myriam Cobos
LA MOSCA
¡Qué pesadas se ponen las moscas en septiembre! cuando el sol aún reclama su posición de verano y la temperatura baja por la noche para avisarte de que el otoño está metiendo la llave en la cerradura para entrar.
Barrunta su final, y como todos en el adiós postrero, busca cariño, y se pega a tu brazo, a tu pierna, a tu espalda...que permanece aún al descubierto con ropa de verano.
Como injusticia más absoluta, recibe un manotazo certero...aunque quizás, era lo que realmente buscaba...poder acabar rápido con su agonía.
Myriam Caterina
Fotografía propiedad de Pixabay
No te rindas, que es peor,
cuando estás exhausto
tus pies te hablan y al
hablar
te expresan las horas de
dolor.
Los días son de
aprendizaje
momentos de gran
concentración,
distinguir entre una
planta y un tacón,
una mano arriba y otra en
el corazón.
¡Qué grande es el flamenco!
Que está lleno de pasión,
y las almas se elevan con
su arte,
que es igual a una
oración.
Myriam Caterina
Fotografía sin derechos de autor shuttersstock.com