viernes, 22 de mayo de 2020

¡TODOS A LA LUNA!


Servando había ido comprando terrenos en la luna desde hacía más de quince años, pequeñas participaciones que registraban su propiedad en nuestro satélite.

Servando había sido siempre un niño raro, un joven excéntrico y un adulto extraño, sus congéneres le miraban como a un bicho raro, incluso solían guardar las distancias, por si se les contagiaba algo de su locura.

Lo había pasado mal en su adolescencia, le habían apartado y se había sentido muchas veces sólo.
Fue en aquella época cuando tuvo la idea de comprar la luna.

Miraba cada noche en su soledad al radiante satélite, aparte de escribirle algunas románticas poesías, soñaba con llegar hasta ella.
-     - ¿Qué habrá allí? ¿Cómo será ver la Tierra desde arriba?

Estas y otras muchas preguntas llenaban sus noches y sus días.

Servando era muy curioso y no se conformaba con una simple respuesta, siempre quería llegar al fondo del asunto.

Comenzó a rastrear en Internet y descubrió que se podían comprar terrenos en la Luna, en pequeñas porciones, poco a poco, en cómodos plazos.

Le pareció la idea más fantástica que había leído nunca.
Él era un gran lector de novelas fantásticas, de misterios y de ciencia ficción.

Contactó con la persona que anunciaba la venta. Cada vez le parecía mejor hacer una inversión.

Con su sueldo de informático eminente en una gran compañía fue pagando cada participación, era su ilusión, era un ser antisocial y todo lo que ganaba lo ahorraba para su sueño.

Pasó un tiempo y una brutal pandemia empezó a azotar su país, todo el mundo quería salir de allí.

Servando organizó un gran plan de marketing, incluso averiguó medios factibles para ir a la luna y alquilar su espacio por unas cifras astronómicas.

Pasó dos días y dos noches haciendo números, cálculos, conjeturas… ¡Su proyecto estaba listo!

Contrató los servicios de una empresa de marketing para que anunciara su producto.

Comenzó a tener un verdadero aluvión de llamadas y reservas.

Tan sólo en diez días comenzaron los traslados a la Luna.

Los primeros viajeros en llegar se sintieron muy emocionados, como si estuvieran viviendo en una película.

Un vehículo extraño vino a recogerles y les trasladó hasta una base central para desde allí repartirlos a sus respectivas parcelas.

Les latía fuertemente el corazón, todo era distinto, el cielo no era el cielo, la tierra no era la tierra, los cascos con oxígeno que les habían proporcionado les comenzaban a resultar un tanto incómodos.

Llegaron a su propiedad y se quedaron totalmente asombrados.

Un paisaje parecido al que conocían en la Tierra se mostraba ante sus ojos.

Sorprendidos comenzaron a caminar y a acercarse a tan conocido escenario.

Árboles, plantas, césped, montañas… ¡Todo parecía tan real!

Pero no, no lo era.
Era una realidad virtual, un holograma que se había creado para que su adaptación al nuevo hábitat, no fuera tan terriblemente difícil.

Myriam Cobos
Fotografía propiedad de Myriam Cobos




lunes, 18 de mayo de 2020

EN EL AJEDREZ


Y la dama cometió un error,
inclinó la cabeza y curiosa se asomó,
disimulando, discreta, 
mirando a su alrededor,
quedó en pasmado silencio,
con lo  que su mirada encontró.
Era el alfil del rey, 
que en descarado ademán,
a ella también miró,
y sus ojos se cruzaron,
con total fascinación.
Comenzaron a moverse los peones,
mientras estáticos aun quedaban,
realeza, caballos y torres.
Salta un caballo al ataque, 
contraataca la defensa,
ya no hay vuelta atrás, 
se están moviendo las piezas.
Sale gallardo el alfil,
en defensa de su rey,
la reina desde su puesto observa, 
lo que teme acontecer.
El alfil está en peligro, 
ella le va a defender.
Se adentra en terreno enemigo 
y una torre se va a comer,
pero la dama enemiga, 
al ver su debilidad,
ataca en cruel venganza, 
sin pensarlo y sin piedad.
No contenta con la afrenta, 
su rival da jaque al rey,
y la dama aún doliente, 
por su honor, se dispone a defender.
Hace un escudo con su figura, 
deseando perecer,
es rápidamente abatida, 
muerta reina y muerto alfil.
Fuera del tablero, 
la dama y el caballero,
se empiezan a conocer,
desean ambos que tarde mucho
el jaque mate a su rey.

Myriam Caterina


 







sábado, 9 de mayo de 2020

SER TU FUENTE


Quiero que me hables del amor,
del pájaro fugaz
que se posa en la rama de tu patio.

Quiero que desnudes mi inocencia,
que me traslades con tus palabras
hasta el monte del Olimpo.

Ser tu fuente, que seas mi río.

Tiempo aciago
que nos tocó vivir,
prohibido para los amantes,
suspenso en la asignatura
de la libertad.

Myriam Caterina
Fotografía propiedad de Myriam Cobos


jueves, 7 de mayo de 2020

¡TÚ PUEDES!


Cuánto camino
nos queda aún por andar,
aunque perdimos parte
de la suela  del zapato
en el intento incesante
de buscar el camino correcto.

¿Cuánto tiempo
queda para realizar nuestra misión,
aquella que desde niños soñábamos
entre cuentos y dulces tardes de juegos?

Encontré esta tarde
sentada en la hierba fresca,
una nueva razón para seguir viviendo,
en los grandes movimientos de las nubes
y en los valientes pasos de una hormiga.
,
Encontré un motivo
por el que seguir luchando:
¡Estoy aquí!
Recibí un mensaje:
¡Tú puedes!

Myriam Caterina

Fotografía propiedad de Myriam Cobos



lunes, 4 de mayo de 2020

MIS HIJAS

Dos soles iluminan mi vida,
me calientan, me abrazan, 

me iluminan cada día con su sonrisa,
con sus ojos de bondad 

y sus gestos amorosos.
Dos regalos que me tenía

preparada la vida ,
para hacer 
que mi soledad 
se acompañara 
de dos corazones nobles.
Amables, bondadosas,
sabias y guerreras, 

mujeres luchadoras 
de corazón tierno,
inteligentes y solidarias,
orgullo de su madre

y de cualquiera que las conozca.
Despiertan a la vida, 

con sus luces y sus sombras, 
habiendo pasado momentos difíciles,
supervivientes de muchas batallas,
mujeres fuertes y sentidas.
Deseo con todo mi amor, 

que sean siempre libres
y en esa libertad 

de querer lograr sus sueños,
sean realmente felices.


Myriam Caterina
Fotografía propiedad de Myriam Cobos