martes, 29 de junio de 2021

A MI MADRE CON AMOR

Cuando era pequeña, 

le decían que estaba loca, 

porque inventaba poesías

saltando por las montañas.

Le decían que estaba loca, 

cuando el Ballet era su vida 

y soñaba con escenarios 

de cisnes en los lagos.

Le decían que estaba loca,

porque quería una casa propia

donde formar una familia.

Le decían que estaba loca 

cuando coleccionaba figuritas

y jarrones chinos, 

quizás en un deseo de viajar

lo más lejos posible.

De tanto creerla loca, 

enloqueció de verdad,

comenzó a perder la cabeza

cuando su vida

había llegado al invierno

y tan solo le quedaba la ilusión, 

de que hubiese amapolas en el cielo.


Myriam Caterina




jueves, 24 de junio de 2021

MI PARAÍSO

Una casita pequeña 

aislada del mundo, 

con un trozo de parcela, 

situada en el campo.

Las buganvillas 

asomando por la verja

y un mastín tumbado 

vigilando mis quehaceres.

Los geranios en el patio 

y la fuente refrescando 

el cálido atardecer.

La felicidad se esconde

en la sombra de un almendro.

Una hamaca y un sombrero 

y en las manos un buen libro

con las pastas de fino cuero.


Myriam Caterina





EL REGRESO DE LOS LIBROS

Lucía se levantó esa mañana y vio la bolsa en su habitación que

contenía desde hace tiempo unos libros para dar, los puso en todos sus grupos y nadie los quería, eran ocho libros, entre los que se encontraban: un diccionario de inglés y otro de francés , así que decidió bajarlos a un contenedor de reciclado de papel dos calles más allá.

Colocó los libros en lo alto del contenedor, en un último intento de que alguien los viese y le pudiesen interesar, pensó en darles esa última oportunidad antes de que llegase el camión del reciclado.

Lucía subió a un autobús y se fue a comprar a un centro comercial. Al cabo de tres horas, aproximadamente, Lucía volvió con sus compras, y al llegar al portal de su casa, en el suelo de la calle, muy colocaditos, sabéis qué encontró? Sí, lo habéis adivinado, todos los libros que había dejado horas antes encima del contenedor lo más alejado de su casa, solo faltaban los dos diccionarios, los demás estaban todos en el suelo, en perfecto orden, unos sobre otros de mayor a menor.

Lucía se quedó mirándolos, miró a todas partes, no vio a nadie, pensó en volverlos a subir a casa, pero a saber en manos de quien habrían estado y, además, estaban en el suelo de la calle, por unos momentos estuvo desconcertada y sin saber qué hacer, hasta que los recogió del suelo y los llevó al contenedor de papel más cercano, pero ahora sí que los echó en su interior.

Lucía ha vuelto a salir de casa hacia el trabajo y en su interior queda una duda: si los libros estarán de nuevo en su puerta cuando regrese.

Myriam Caterina



sábado, 19 de junio de 2021

UNA VIEJA FOTO

 Una vieja foto carcomida,

descolorida por el tiempo,

que aún conserva una sonrisa
y unos ojos tímidos
ignorantes de lo que la vida les traería.
Alma de la infancia
que siempre se recuerda,
vestidos, muñecas y juegos en la calle
¿Dónde está esa niña?
Sigue aquí… en estas letras.

Myriam Caterina



CARTA DE DESPEDIDA AL CAFÉ

El café siempre ha sido una tabla de salvación a la que agarrarme cuando la tensión bajaba. Desde los 14 años, ha sido mi aliado. 

Café, hoy te quiero dar las gracias, por haber sido compañero de mi vida. Sabes bien que hubo épocas de oficina que me libraste de momentos de hastío, de momentos de estrés y me animaste a mantener charlas con mis compañeros.

Fuiste la excusa perfecta para quedar con desconocidos, que luego se convirtieron en grandes amigos. 

Me has acompañado en momentos de reflexión, de toma de decisiones, de fiesta,  cumpleaños, reuniones familiares, noches de insomnio y poesía.


Has estado en las buenas y en las malas, en la soledad y en compañía.

Siempre recordaré las sobremesas con mi padre, largos debates con la cafetera como moderadora y las tazas humeantes en las tardes del invierno.


Café de mi vida, después de separarnos, aún te siento, y como una adicta esnifo tu olor al pasar por alguna cafetería, al subir por la escalera cuando algún vecino te prepara... nunca creí poder prescindir de ti, y ahora, ya me ves, después de romper nuestra relación, aún sigo viva. 


Gracias por todo lo compartido, gracias por haberme salvado de tantas cosas y haber sido testigo de tantas lágrimas. Hasta siempre mi querido café, sé feliz en otros labios, en otras bocas, en otras vidas…


Myriam Cobos






TÚ CON MAYÚSCULAS

 TÚ,  con mayúsculas 

Te amo en el silencio,

Te amo en las sombras,

Te amo como un niño

se aferra a su peluche

en las noches de tormenta.

Te amo con la irreverencia 

de quien se presenta sin llamar,

de quien irrumpe en una escena 

a la que no ha sido invitado.

Te amo con la quietud

de una tarde de verano

y con la furia del mar.

Te amo por volver

de colores mi mundo, 

por agitar mi mente,

por sentirte a cada segundo.

Para amarte no necesito motivos,

Te amo por ser TÚ, 

así, escrito con mayúsculas. 

¿Cuánto, del uno al diez?

¿Quién puede contar las estrellas?

Myriam Caterina




lunes, 14 de junio de 2021

SIEMPRE PASA EL TREN

Tengo que plantar un limonero

para sestear a su sombra,

lástima que la vida ya no alcance

para ver crecer su alfombra.


El tren que pasa dos veces

y eres capaz de perder tres,

regresa cuando ya no tienes 

ganas de viaje, dejándote,

una vez más en tierra

cargado de equipaje.


Cuán incierta es la existencia,

te crees dueño del mundo,

cuando no sabes, si apenas, 

te quedan diez segundos.


Myriam Caterina

Fotografía propiedad de Myriam Cobos