Verdes naranjos del patio
de Sevilla,
qué lindo aroma me traes
que me transportas hasta
la orilla,
la orilla misma del
Guadalquivir.
Gracia y salero, alegría y
palmas,
tiene mi plaza de España.
Hasta el agua suena al
compás.
Azulejos primorosos y unos
carruajes
con caballos jerezanos
que te llevan donde
quieras pasear.
Los jazmines, los lirios,
las azucenas,
en el parque de María
Luisa
todas las flores parecen
bailar.
Es normal con tanto duende
que el arte allí se
dispare
y la magia divina se pueda
crear.
¡Qué preciosa es Sevilla!
¡Cuánto he tardado en
visitar tu belleza florida!
Ahora que he visto:
tu Giralda señorial,
tus calles y tus plazas
ese aroma a tradición
que me hace suspirar.
Ahora entiendo el dicho:
Sevilla tiene un color
especial
y yo añadiría, también
que su magia es especial.
He tardado en conocerte,
Sevilla de mis entrañas,
aunque siempre te anhelé.
Mi baile es muy sevillano,
me lo dijo un maravilloso
ser,
y ahora lo recibo como halago,
porque antes no sabía
lo importante que eso podía
ser.
Myriam Caterina
Fotografía propiedad de Myriam Cobos