el calor que no te abrasa,
el silencio guardado
en una bolsita de terciopelo
que esconde sorpresas
que ni siquiera sospechaste.
El equilibrio y la espera,
la razón y la pasión,
un puñado de sentimientos
recogidos en un baúl.
Una caja de pandora
que no te atrevas a abrir
porque una vez abierta
no tendrá fin.
Un almacén de besos,
de caricias, de te quieros...
un corazón que se ilusiona
con detalles muy pequeños.
El sigilo y la prudencia
caminando por la noche
hasta encontrarme en tu hoguera,
para encender ese poderoso fuego
que alimenta y que no quema.
La sensibilidad desbordada,
el alma herida de penas,
con cicatrices de haber sido
muchas veces curada.
Un corazón lleno de amor sincero,
esperando que amanezca el día,
para susurrarte al oído:
¡Te quiero!
Myriam Cobos
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