jueves, 31 de octubre de 2019

TU PEOR PESADILLA

Me volví invisible como un holograma transparente. Era la noche que llaman de Halloween, la que recordaba desde siempre como la de todos los Santos, el día de los muertos.

Miré mi mano y con enorme perplejidad pude traspasar la piel con mi mirada.

¿Qué estaba ocurriendo?

Sentí un soplido suave detrás de mi oreja izquierda, o más bien,
fue un susurro?
El corazón me comenzó a latir totalmente desbocado.

La luz de la cocina, donde me encontraba, comenzó a parpadear.

¡Oh noooo! ¡Se apagó por completo!

Tan sólo entraba un poco de leve claridad por la ventana procedente de la calle.

Grité, cuando, de pronto, alguien o algo me agarró por la cintura.

Cerré los ojos, no quería ver aquello que me rodeaba.

Un escalofrío helado recorrió mi alma, cuando pregunté qué estaba pasando, y lo único que oí fue una voz como salida del infierno, que me decía:

— ¡Jajajaja Estás...muerto! 

Myriam Caterina

¡FELIZ HALLOWEEN!


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