viernes, 31 de enero de 2020

Poemas a mi madre 3


Siempre florece el almendro,
y tú, tú no estás para verlo.
Todavía no hemos acabado Enero
y ya le están brotando las flores
con la timidez de quien se asoma
a lo desconocido.
Pronto llegará febrero,
febrerillo el loco, el mes de la locura,
el mes extraño en el que decidiste partir.
Fue bisiesto, original como lo eras tú,
no pudiste elegir mejor la fecha:
Veintinueve de febrero,
ese día aciago, te despedí  en silencio,
tu mano en la mía...
nunca me sentí más unida a ti
que en ese preciso momento,
no había lágrimas, ni reproches,
ni miedo, ni culpa...
Tan solo quería despedirte 
con todo mi amor,
fuiste amable y lo recibiste,
traté de entenderte en tu partida,
sentir lo que tu sentías,
pensar lo que tú pensabas,
luchaba por retenerte un instante más.
La parca es invencible
y finalmente te arrancó de mi lado.
Ahora que ha pasado el tiempo,
y desde el recuerdo revivo,
sé que una parte de mí,
se fue contigo.


Myriam Cobos
Fotografía propiedad de Myriam Cobos



1 comentario:

  1. Se van, querida mía, pero si esencia permanece fresca, su recuerdo innato.
    Atesoráste los mejores instantes, antes de que la parca la cogiera de la otra mano.
    Lo hermoso y sencillo, queda grabado en el corazón.
    Besitos

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