martes, 30 de julio de 2024

MI MADRE BAILABA

Mi madre bailaba,

bailaba y bailaba…

no comía, ni descansaba,

el baile era su pasión,

su vida, su respiración.

Amaba la danza,

tanto como la amo yo.

Era capaz de sacrificar su tiempo

muchas horas de clase

se pasaba el día

en su academia de baile.

Su alma se llenaba de gozo

cuando de puntillas bailaba,

y al bajarse de las puntas

las castañuelas tocaba

lo hacía con tanta gracia y salero

que los pies se desbocaban.

Su arte siempre lo llevaba

muy dentro del corazón,

y la vida la frustraba

y su época la ocultaba

y no era libre para hacer una elección,

no podía ser bailarina,

le decían todos que

esa no era una buena profesión

y se convirtió en esposa y madre,

un modelo de ficción.

Enloqueció cada día

triste vida, muerta estaba su ilusión,

murió escuchando la música

que tantas veces bailó,

para que entrase en la otra vida

y allí, por fin, pueda vivir su pasión.

Myriam Caterina

Fotrografía propiedad de Myriam Cobos



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