Necesito un firmamento para surcar mil colores,
con la libertad del viento y la fuerza del mar.
Necesito tus alas, si me las prestas,
hasta que las mías crezcan,
para volar.
El bramido nocturno
de la madre Tierra,
me despierta,
clamando esperanza y nobleza,
llorando de pena, sonido constante,
latido profundo que me desespera.
Esclava en el mundo de la realidad,
espero el momento perfecto,
para que vuelva a soplar el viento,
y echar a volar.
Myriam Cobos
Esperar el momento para echarte a volar, todos quieren ser libres como las aves y poder volar,emigrar hacia otros lugares lejanos, donde no exista maldad y solo reine la Paz, donde uno pueda disfrutar sin temor alguno, la vida nos pone constantes retos que debemos superar.
ResponderEliminarYo también espero mis alas para volar. El bramido de la tierra es una constante queja, gritando de dolor despavorido, por la falta de nobleza y grandeza de corazón, por eso digo siempre, la vida sigue inmutable a través de los años y nada hay que la contenga. Maravilloso poema y sobretodo me gusta entrar en esta página para oír esta música, que me llena de nostalgia y me hace siempre meditar, Gracias amiga. Eres grande!!!
Muchas gracias Ruth. Me alegra que te haya gustado y que disfrutes con la música, a mí también me hace meditar. Un abrazo muy grande.
Eliminar