me siento vencida,
ganada, rendida...
Jugabas con ventaja
en esta partida.
Entiendo que los neones
cieguen tus ojos
y la misteriosa Luna
tu corazón.
Comprendo que no me veas,
y la niebla se interponga
entre los dos.
Pero cuando las luces
del escenario se apaguen,
y la niebla dé paso
a un radiante sol,
puede que te esté esperando
al otro lado,
o quizás...
puede que no.
Myriam Cobos
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