sábado, 19 de septiembre de 2015

MIS QUERIDAS ABUELAS

Por suerte conocí a mis dos abuelas,
pequeñitas de tamaño y grandes de corazón,
diferentes en carácter, en físico y educación.
De las dos yo era, su nieta más pequeña,
las dos sentían por las flores igualada pasión.

Las dos hablaban conmigo,
me contaban del mundo su versión.
Las dos me recitaban sus poemas,
sus canciones,
las experiencias que la vida les dejó.

Nadie las escuchaba…
una de ellas siempre decía:
“Que malo es el no oir,
que malo es el no ver,
que malo es que nadie quiera
escuchar lo que una quiere decir”.

Tan solo estaba yo,
oyendo atenta sin cansarme
las historias que todo el mundo olvidó.
Espero que se sientan orgullosas,
las llevo siempre conmigo,
dentro de mi corazón.

Son mis abuelas chiquitas,
las que me dieron más amor.
Cuando sea mayor,
yo quiero ser como ellas,
quisiera ser ciertamente,
Igual que mis abuelas.


Myriam Cobos

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