VACÍO

Vaciándome de cosas viejas, usadas,
muebles, trastos, situaciones estancadas...
De amigos que no lo eran,
de trabajos infravalorados,
de sensaciones que sanar y no volver a sentir.
Que el viento fuerte que precede a la tormenta
se lleve todas las hojas muertas
y los recuerdos que duelen.
Que se lleve también las lágrimas derramadas,
los sobresaltos del corazón,
los pensamientos punzantes, recurrentes,
que golpean una y otra vez diciéndote
que no puedes, que no vales, que no te quieren...
En el reposo y la calma me vacío...
observando mariposas blancas
que vuelan alrededor mío,
libres en dirigir su vuelo,
compañeras en la tarde de un suspiro.

Myriam Cobos