Mi corazón está cansado
de pelear en mil batallas,
aunque por fortuna
siempre las ha superado.
Es un guerrero nato
con múltiples cicatrices que duelen,
hasta cuando cambia el tiempo.
Se ha vuelto tan sensible,
que el roce de una pluma siente
y la intención oculta
de una mirada le hiere.
¡Quiero tener un corazón de piedra,
que no sufra, ni se altere!…
pero por más que quiera,
mi corazón no puede.
Myriam Cobos
Nuestro corazón se ha resentido mucho, durante largo tiempo, se cansa, su esfuerzo por lograr estabilizar nuestra fuerza interior, le ha pasado factura y se ha quedado tan delicado que apenas se levanta, sus latidos son frágiles, pero a pesar de la adversidad, sigue caminando con pies de plomo, pero sigue. Nos ha sacudido mucho la vida y este gran músculo que llamamos todos corazón, se ha quedado sin fuerzas y es por eso que debemos renovar nuestro interior pidiendo ayuda a nuestra alma; para lograr sacarlo otra vez de las profundidades y vuelva a renacer con más fuerzas. Las tristezas, amarguras grandes y decepciones, nos han sacudido mucho y él acusa recibo, pero no nos falla. Sigue adelante, mi corazón de chocolate esta´contigo, Un poema sencillo, pero que dice mucho. Un abrazo lleno de cariño.
ResponderEliminarMuchas gracias por tan hermosas palabras querida Ruth.
ResponderEliminarMe alegra mucho que te haya gustado.
Un abrazo muy grande